Juan Ignacio Valencia Díaz

23 de ene de 20222 min.

Vamos jugando el juego

Por Juan Ignacio Valencia Díaz

Vamos jugando el juego
 
Que juegan aquellos
 
Que se atreven a tomarse
 
Uno al otro, caminando,
 
De las manos. Me parece
 
Justo, y a buen tiempo que
 
Pueda tomar su mano.

Vamos jugando el juego
 
Ese juego de enamorarse;
 
Que ya me cansé,
 
desde ayer, y tiempo atrás,
 
De jugar el juego de mirarse.
 
Deje usted de salvarse
 
De la dicha que le ofrezco
 
Mire que de sus labios
 
A probarlos apetezco.

Vamos jugando el juego,
 
Le invito, ¡no tenga miedo!
 
Que si lo hemos perdido todo
 
Por ganar también lo tenemos;
 
No se salve usted, rebusque,
 
Tome ganas, salga conmigo
 
Y verá cómo es bueno.

Que las piedras son pesadas
 
Porque uno las carga.
 
Suelte, deje, aviente.
 
Su atención, entusiasta, preste,
 
A las palabras que le escribo.
 
Si por usted es que digo
 
Que sonreír la pena vale.

Más hable, diga usted cosa alguna;
 
Alguna frase se le vendrá, seguro.
 
Más, si a caminar le invitara yo
 
¿Diría usted sí, o diría usted no?
 
No tendría que responder ahora
 
Quizá mañana, o en una hora.
 
Piénselo el tiempo justo
 
No lo piense demasiado.
 
Que los amantes del amor
 
Esperamos, ¡Y desesperamos tanto!

Pero, ¿Que quiere que haga?
 
Si un poco a diario yo fraseo
 
Por jugar con usted el juego
 
Al que jugar se rehúsa, aparente;
 
Pero le digo, su cara no miente
 
cuando me mira. Le delata
 
La sutil y franca sonrisa expuesta
 
en su inocente y blanca boca.
 
Que de jugos de fruta fresca
 
Quisiera llenarla toda.

Juegue usted conmigo el juego
 
Ese mismo al que le tiene miedo.
 
El mismo en que usted perdió;
 
Amor, amor se llama el juego;
 
El mismo en que todo lo dio,
 
Y que a empezar, encentar -de nuevo-
 
Le ha venido a mostrar. Otra vez,
 
Sonría, ría, trónchese usted
 
A carcajadas. Camine, tropiece,
 
Sea usted tal cual es
 
(Por que por la boca muere el pez)
 
Dicen los sabios que han de saber,
 
Pero cierto es que vive también.

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