Mientras me fumaba un cigarro en una banca de algún lugar, noté que un grupo de chicos estaba tomando una fotografía en dirección hacia donde yo me encontraba. Eso me puso paranoico, ya que en tiempos de redes sociales uno de mis más grandes miedos es volverme un meme viral o algo parecido. De inmediato me di cuenta que en realidad estaban fotografiando a otro amigo suyo y que probablemente yo sólo salía en el cuadro muy a lo lejos.
Todo esto me hizo reflexionar sobre cuántas veces ha pasado esto, en cuántas ocasiones he salido sin querer en las fotografías de otras personas. Todas las galerías de fotos, los perfiles de Instagram, Flickr, Twitter, Facebook o fotos físicas. Todas las historias en las que fui fondo, escenario, extra. Todos los recuerdos, la felicidad, la nostalgia. Todas las fotos en las que una chica fotografió a su novio y yo aparecí de fondo caminando, y que meses más tarde serían borradas por despecho.
Si te pones a pensar muy detenidamente en esto hasta te puede provocar algo de miedo. ¿Habré salido bien?, ¿alguien se habrá reído del tipo que sale con cara de idiota en el fondo?, ¿cuántas veces ese tipo al fondo con cara de idiota habré sido yo? En fin, estas son las cosas que uno reflexiona cuando se espera a alguien demasiado impuntual.
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