Por Sabina Sanled
Hoy no hay espejos, ni paredes.
Únicamente hay silencios e ideas luminosas obteniendo forma.
He de confesarme amante de las palabras y soñadora lúcida
(por que cuando me encuentro despierta,
sueño más que en mi cama)
Hoy no sé si hay tiempo y espacio,
no sé si hay colores y formas.
Sólo está mi mente, en todas partes y con quien quiere estar,
haciendo lo que la mente no explica y las palabras no entienden.
Es ahí cuando no comprendo por qué mi ser se dispersa como esporas,
por qué soy parte de todo y aún así me siento ausente.
He descubierto que mi lado psicótico se llama
YO
y que por extraño que parezca,
mi Yo diferencial es igual a la suma de todos mis Yo positivos.
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