Por Guillermo Martínez Collado
1. Maus: El cómic que necesitas leer (ahora más que nunca)
Hay obras que trascienden el tiempo, y luego está Maus. Un cómic que no solo ganó un Pulitzer (único en su categoría, por cierto), sino que logró lo impensable: mezclar ratones, nazis y trauma generacional para entregarnos una de las historias más devastadoras y necesarias de la historia. ¿Por qué hablar de Maus hoy? Porque, mientras los discursos de odio y la extrema derecha suben como la espuma, esta obra sigue siendo el recordatorio de que el olvido puede ser tan peligroso como el propio odio.
Art Spiegelman: Un hijo de la historia
Art Spiegelman, hijo de supervivientes del Holocausto, es el creador detrás de esta obra maestra. Criado entre las cicatrices emocionales de sus padres y los silencios incómodos del pasado, Spiegelman hizo algo que pocos se atreverían: enfrentarse al monstruo familiar del trauma intergeneracional y convertirlo en arte.
¿Cómo se le ocurrió dibujar ratones y gatos para contar esta historia? Bueno, según Spiegelman, los ratones eran una metáfora evidente. Los judíos habían sido representados como plagas en la propaganda nazi, así que él decidió apropiarse de esa imagen y darle un giro brutalmente irónico.
¿De qué trata Maus?
La historia de Maus se divide en dos planos:
1. El relato de Vladek Spiegelman, el padre de Art, sobreviviendo al Holocausto.
2. La relación entre Art y Vladek, mostrando cómo el trauma de una generación afecta a la siguiente.
Es un cómic sobre supervivencia, pérdida y memoria, pero también sobre las pequeñas miserias humanas. Vladek es tanto un héroe como un hombre profundamente imperfecto: tacaño, maniático y, en algunos momentos, difícil de soportar. Y esa es la genialidad de Maus: no intenta idealizar. Nos recuerda que el horror del Holocausto lo vivieron personas reales, con defectos y virtudes, y no figuras mitológicas.
Por qué leer Maus ahora más que nunca
En un mundo donde los discursos revisionistas y negacionistas resurgen con fuerza, donde las redes sociales están llenas de “expertos” que relativizan las atrocidades del pasado, Maus es como un jarro de agua fría en la cara. Te recuerda que la historia no es solo una sucesión de hechos; es algo que sigue vivo en las heridas, en las familias y en los miedos que arrastramos.
Además, el reciente intento de censura de Maus en algunas escuelas de EE.UU. demuestra lo incómoda que sigue siendo esta obra para quienes prefieren enterrar el pasado bajo la alfombra. Y si algo nos ha enseñado la historia es que cuando alguien intenta prohibir un libro, probablemente deberías leerlo.
El arte en blanco y negro: Más que un estilo
El estilo visual de Maus es deliberadamente crudo. Blanco y negro, sin adornos, como si fuera una fotografía del alma. Este enfoque no solo refuerza la sensación de estar leyendo un documento histórico, sino que también le da un aire universal. Los ratones, gatos y otros animales no son solo caricaturas; son un recordatorio de cómo el odio deshumaniza y reduce a las personas a categorías simples y odiosas.
El legado de Maus
Desde su publicación, Maus ha sido traducido a más de 30 idiomas, ganado múltiples premios y usado en aulas de todo el mundo. Pero su legado más importante es haber demostrado que las novelas gráficas pueden contar historias profundas y complejas, rompiendo la idea de que los cómics son solo para niños o superhéroes.
Hoy, Maus sigue siendo un espejo incómodo, un libro que te obliga a mirar hacia atrás para entender por qué es vital no repetir el pasado. ¿Es fácil de leer? No. ¿Es necesario? Absolutamente.
El cómic que te sacude
Si no has leído Maus, este es el momento. No solo porque es una obra maestra del medio, sino porque vivimos en una época en la que el odio se camufla de opinión y los discursos peligrosos vuelven a ganar terreno. Como dijo el propio Spiegelman: “El Holocausto nunca terminará por completo, porque su impacto sigue resonando”. Y eso es precisamente lo que Maus nos recuerda.

Comments