
Por Osiris Israel Benítez Vasconcelos
La ceremonia de los Oscars está a la vuelta de la esquina, y a diferencia de otros años, este ha estado envuelto en polémica por una de las nominadas. Sin embargo, también esta premiación se caracteriza por tener una de las mejores ternas para la mejor película animada. Por ello, me gustaría presentarle brevemente cada uno de los filmes en esta categoría. Pero primero algo de historia.
El Oscar a Mejor Película Animada es relativamente reciente, ya que la categoría se creó en 2001, con Shrek como la primera ganadora. No obstante, las películas animadas recibieron algunos reconocimientos importantes por parte de la academia estadounidense. En 1938, Walt Disney obtuvo un premio especial por Blancanieves y los siete enanos, por ser el primer largometraje animado. Posteriormente, Pinocho (1941) ganó dos premios por su banda sonora y por la canción When You Wish Upon a Star, mientras que en 1942 se otorgaron premios honoríficos a Fantasía por su música clásica y a Dumbo por la canción Baby Mine.
Cincuenta años después, La Bella y la Bestia hizo historia al convertirse en la primera y única película animada nominada a Mejor Película, aunque el premio fue para El silencio de los inocentes. Años después, en 1995, John Lasseter recibió un reconocimiento especial por Toy Story, la primera película animada completamente generada por computadora. Estos hitos y la presión de los estudios llevó a la creación de la categoría de Mejor Película Animada en 2001.
A pesar de estos hitos, las películas animadas y el gremio de animadores han sido históricamente desdeñados por la academia, lo que se refleja en la nominación y premiación de cintas que, según la crítica y el público, no merecían ese reconocimiento. Ejemplos de ello son Big Hero 6 imponiéndose sobre Cómo entrenar a tu dragón o La princesa Kaguya. Además, la animación ha sido relegada a un papel meramente educativo, como se evidenció en 2019 cuando la actriz Mindy Kaling presentó el premio destacando cómo estas películas la habían introducido a un mundo más allá de su hogar, un impacto que esperaba que su hija también experimentara. En esa misma edición, Toy Story 4 se alzó con el premio, superando a producciones de mayor reconocimiento técnico y narrativo como Klaus, Cómo entrenar a tu dragón 3 o J’ai perdu mon corps.
Sin embargo, pareciera que esto puede cambiar, siendo un primer paso el triunfo de Pinocho de Guillermo del Toro, quien en su discurso recalcó que la animación no es un género, sino un medio para contar historias. Asimismo, para esta edición, las cinco películas nominadas son de una calidad artística impresionante y por lo mismo enunciaré mi opinión sobre cada una de ellas.
En primer lugar, está Intensamente 2, cuya trama presenta a nuevas emociones, quienes se unen a Alegría, Tristeza, Enfado, Desagrado y Temor. Aunque a mi juicio no supera a su antecesora, Intensamente 2 logra contar una gran historia de una Riley adolescente quien debe decidir entre sus creencias o la aceptación social. Y esto se puede apreciar en cómo los realizadores visualizan la identidad y cómo esta se va transformando. Además de que fue un gran acierto presentar a Ansiedad como un sentimiento y no algo maligno por decirlo de alguna manera. Es cierto que en los últimos años, Pixar ha perdido relevancia, pero no se puede negar que aún conservan esa esencia que los ha caracterizado.
Otra de las nominadas es Robot Salvaje, la cual está basada en los libros de Peter Brown. En ella seguimos a la robot ROZZUM 7134, mejor conocida como Roz. Después de perderse en un bosque y siguiendo su código, decide tomar como tarea cuidar y enseñarle a volar al pequeño ganso Brillo. Para ello tendrá de aliados al zorro Fink. DreamWoks desde hace tiempo ha demostrado hacer películas animadas revolucionarias como Shrek, Cómo entrenar a tu dragón o El príncipe de Egipto, por mencionar algunas. En el caso de Robot Salvaje, el tema de la crianza es el eje de la película y eso se aprecia en los actos y sacrificios que hace Roz por Brillo y el resto de los animales, aunque esto conlleve romper sus protocolos.
La siguiente es Wallace y Gromit: la venganza se sirve con plumas. A mi juicio es la más floja de la terna, sin embargo, eso no significa que sea una mala película. Aardman Studios ya sabe lo que es ganar un Oscar y lo lograron con esta misma franquicia en 2005 con la Batalla de los Vegetales. En esta ocasión el dúo se enfrenta a un viejo enemigo, Feathers McGraw. La historia es muy sencilla y hasta en un punto predecible, no obstante el humor sirve para hacer llevadera la película, y más con el carisma que caracteriza a Wallace y Gromit.
Ahora toca hablar de Flow. A estas alturas no hay mucho que hablar de ella, es una gran película que reconforta el alma al seguir las peripecias de un grupo de animales, siendo el gato el protagonista, para sobrevivir a un cataclismo. Lo impresionante no es sólo la película en sí, sino también el proceso creativo de su creación. Gints Zilbalodis, su director y guionista, ha compartido en sus redes sociales cómo la hizo, con un software de código libre y saltándose varios procesos como el storyboard al momento de hacerla. Incluso el guion como tal se escribió para obtener el financiamiento, pero la historia se fue desarrollando durante el proceso de animática. Ante esto, lo que se destaca es la pasión con la que se hizo en cada segundo de la película.
Por último está Memorias de un caracol. Del director australiano Adam Elliot, la película sigue la trágica historia de Grace, una niña cuyas circunstancias la han vuelto una persona solitaria y una mujer triste. Sin embargo, el director logra que, a pesar de la tragedia y dolor, la esperanza perdure y lo recompensa al espectador. En mi opinión, es mi favorita de toda la terna, ya que es el ejemplo de lo que podemos llamar como obra de arte.
A mi juicio, esta terna es la más apretada en la historia del Oscar a película animada. Aunque mi favorita es Memorias de un caracol, cualquiera que gane el premio es merecedora de ese reconocimiento. ¿Usted con cuál se queda?
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