Hoy el clima me recordó a ti. Muy raro, ¿no es cierto? No fue una canción, un aroma o pasar por algún sitio que soliéramos frecuentar. Fue el clima de esta noche. Ese frío que te cala por debajo de la ropa, el que te entume las manos. Ese frío que te agarra por sorpresa y con la vestimenta inadecuada, debido a que la tarde fue tan soleada y brillante. Ese frío que incrementaba cuando nos despedíamos y cada quien emprendía camino a casa. Ahora que lo pienso, el frío tiene mala reputación. Cuando se dice que alguien es frío significa que carece de sentimientos o en algún momento los perdió. Aunque en este caso es todo lo contrario. Aquí el gran problema (¿o la virtud?) es que el frío me recordará a ti durante todo el invierno y en las noches de primavera. También el aire acondicionado del cine me recordará a ti, las paletas de hielo y las cervezas recién sacadas del refrigerador. ¡Diablos!
