Por Nicolás Jaula
Fujino es la mejor dibujante del cuarto año. Sus compañeros de clases la admiran por los geniales mangas que publica en el periódico escolar.
Kyomoto, una estudiante que dejó de asistir a la escuela, irrumpe a la distancia para exponer sus ilustraciones que, según algunos alumnos, superan los de Fujino.
El perder el puesto de la mejor dibujante del colegio provoca en Fujino la urgencia de mejorar su técnica, obsesionándose con Kyomoto, a quien no conoce ni de vista.
Así inicia Look Back, la adaptación al anime del manga de Tatsuki Fujimoto (Chainsaw Man), dirigido Kiyotaka Oshiyama. Una historia sencilla que aborda la crudeza de la competencia en el mundo del arte, la amistad, el duelo, el arrepentimiento y el amor que significa la creación en comunión.
A través de una animación colorida y enternecedora, observamos el viaje de Fujino, quien tras perder los aplausos, la atención y el título de mejor mangaka del colegio, se aísla para mejorar su arte.
De igual forma, encerrada y dedicada completamente en su afición, está Kyomoto, quien sustituye su vida escolar y social con el llenar en soledad decenas de cuadernos con sus dibujos.
El choque accidental entre estas dos chicas, interpretado por Fujino como una rivalidad artística, acaba cuando un acontecimiento sorpresivo las junta por primera vez. Lo que inicia como una competencia obsesiva y limitante, deviene en una alianza artística y una amistad que perdurará los siguientes años.
La amistad entre Fujino y Kyomoto no solo genera una unión creativa que las hace escalar en el difícil mundo del manga, sino que transforma a ambas chicas que vivían ensimismadas en sus egos, miedos e inseguridades.
Look Back es una genial historia de crecimiento y amistad, que nos enseña que el arte no va de aplausos y reconocimiento, sino de amor, colaboración y comunidad.
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