Por Ana Lau
Antes de que olvide el sentimiento,
del recuerdo de tu piel al roce de la mía,
de tu aliento cruzando el mío,
del profundo mar de tu mirada sobre mi,
de la forma en que me observabas a discreción creyendo que no me daba cuenta,
del estremecimiento de cada centímetro de mi piel con la cercanía de tus manos,
de la necesidad de verte un breve y anhelado momento,
de iniciar mi día con mi primer pensamiento clavado en ti.
Antes de enterrar todo esto y cerrar el libro de la bitácora que encierra los mejores días de mis últimas horas,
antes de olvidar todo,
tengo que decir que dejaría el libro abierto, pero tú lo cerraste a razón de la decisión de ambos.
Antes de irme con todo y mis miedos,
con todo y mis planes escritos al aire,
con todo y mis fantasías no carnales,
tengo que decir que abrir esta página
fue el más dulce, efímero y fugaz proyecto en el que jamás he invertido tanto y donde he perdido más.