Por Eli Adán Díaz
En el mensaje emitido desde el Zócalo capitalino, con motivo del 4to año de gobierno, el actual mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, utilizó el llamado "Humanismo mexicano" para calificar un conjunto de principios; políticos, económicos y sociales, en los que indicó se guía su administración.
"Aun cuando lo fundamental son los hechos, no deja de importar cómo definir, en el terreno teórico, el modelo de gobierno que estamos aplicando. Mi propuesta sería llamarle: ‘Humanismo Mexicano’ no solo por la frase atribuida al literato romano Publio Terencio, de que: ‘nada humano nos es ajeno’, sino porque, nutriéndose de ideas universales, lo esencial de nuestro proyecto proviene de nuestra grandeza cultural milenaria y de nuestra excepcional y fecunda historia política”, expresó el presidente.
En este marco debemos preguntarnos: ¿qué de humano tiene la inacción que desde la SRE (Secretaria de Relaciones Exteriores) se tiene en el conflicto palestino-israelí, y ¿por qué México ha brillado por su nulo pronunciamiento en torno al genocidio/infanticidio que lleva acabo el colonial ente sionista?
Las respuestas del presidente cuando en sus conferencias mañaneras se le ha preguntado en torno al tema, siempre han sido tibias y tienden a escudarse en la "doctrina Estrada", cuya declaración oficial confirma la "no Intervención y la autodeterminación de los pueblos" vigente desde el 27 de septiembre de 1930.
Esto nos lleva a preguntarnos, ¿cómo una transformación, que busca implantar una nueva forma de hacer política, puede escudarse en una doctrina que está a punto de cumplir un siglo para no actuar ante un genocidio/infanticidio transmitido en vivo?
Para muchos resulta desesperante y desalentador que desde un gobierno que se autoproclama "humanista" (con lo que esto signifique) se guarde completo silencio en un tema de suma relevancia incluso para nuestra historia.
No olvidemos que cuando se llevó a cabo la conquista del territorio que hoy es llamado México, se cometió una masacre contra sus habitantes. Se les despojó de sus tierras, cultura, creencias e historia hace más de 500 años, justo como hoy le sucede a Palestina. El mismo presidente Andrés Manuel, a inicios del sexenio, pidió al rey de España una disculpa por los hechos cometidos durante la conquista, misma que fue rechazada desde España.
Las similitudes, con sus matices, que estos acontecimientos nos ofrecen nos insta como pueblo colonizado a defender con enérgicas acciones la defensa del pueblo Palestino.
Siempre hay márgenes de maniobra dentro del espectro político para condenar los acontecimientos que ahora mismo suceden.
La barbarie que en cada vídeo se puede ver, cuando las IDF (fuerzas de defensa israelí) actúan contra civiles debe condenarse desde cada rincón del mundo. En el caso de México, si la doctrina Estrada se antepone al "humanismo mexicano", deberíamos, como pueblo apelar a nuestra historia para pronunciarnos ante las atrocidades que hoy en día nos está tocando ver.