La casa de cartón
- Cámara rota
- hace 10 horas
- 3 Min. de lectura
Casa de Cartón es una exposición pictórica del artista Fernando Sánchez. El texto que sigue fue escrito por el propio autor como un acompañamiento a su obra. No busca explicar las pinturas, sino dialogar con ellas desde la experiencia personal. Palabra e imagen comparten aquà un mismo origen: la memoria, la infancia y la construcción de un lugar propio. Lee este texto como una antesala al recorrido visual.
La casa de cartón
Por: Fernando Sánchez
Creo que primero deberÃa presentarme. Es un poco complicado, pues a veces sigo siendo el peluche que un niño se encontró en el camino: un oso blanco sin ojos, olvidado entre el pasto seco, que tuvo la fortuna de que lo llevaran a casa. Según me han contado, a este niño le hacÃa mucha falta un hermanito, asà que me tomaron y me dieron unos ojos de color cartón para ver el mundo. Cuando preguntaron qué nombre me iban a poner, mi hermano por alguna razón pensó en Luis Fernando, un nombre algo extraño para un peluche que desde ese dÃa seguirÃa sus pasos a todos lados.
Dije que era algo complicado porque otras veces cargo una armadura cual ser artrópodo, una capa gruesa de cartón y pintura que me protege del exterior, pues desde que recuerdo me encuentro caminando entre perros callejeros, cholos y gente que me ve como un bicho raro. Creo que en algún momento me vi en la necesidad de escapar para dibujar mi propio cielo, un mundo de trazos y colores en el que vivÃa aventuras de todo tipo. SolÃa jugar en la tina que mi mamá usaba para lavar la ropa y nadie me sacaba de ahÃ, pues me imaginaba que estaba en el mismÃsimo mar. No estaba consciente de ello, pero me encontraba en el único lugar del que realmente me sentÃa parte. Muchas veces estaba solo y nos faltaban muchas cosas, pero en esos pequeños momentos era el niño más feliz.
El tiempo pasa y ahora me encuentro siempre observando a los perros. Llegó el dÃa en el que las capas de cartón y pintura comenzaron a caerse, dejando a la luz una apariencia similar a ellos. Me pude ver a su lado, buscando entre la basura restos que cada vez más parecÃan ser espejos. Recordé que yo también era otro pedazo de vida que alguien dejó para nunca más volver: un peluche, un ser artrópodo, un perro.
Después de varios años al fin pude cumplir el sueño del niño que se la pasaba jugando en el agua. HabÃa viajado tan lejos que ahora me encontraba frente al mar y, no les voy a mentir, fue tal vez el dÃa más feliz de mi vida. Si pudiera controlar las lÃneas de tiempo, me llevarÃa al peluche lejos de su mundo roto para dejarlo justo ahÃ, en el paraÃso azul, desde un comienzo. Nunca hubiera sabido lo que es ser un perro, ni habrÃa tenido que cargar una armadura de cartón a todos lados. Toda mi historia quedarÃa como una más de tantas que solÃa imaginar. No me imagino un mejor final que vivir siempre en esa casa de cartón que me acompañó siempre.
Ahora los invito a abrir los ojos conmigo. Desgraciadamente, no te puedes quedar en un sueño ni puedes cambiar la historia que ya está escrita. Volveré a despertar entre la tierra y el pasto seco, pero ahora más que nunca valoraré ese refugio de pintura, peluches y cartón que me llenó de historias que seguiré contando hasta que el azul del cielo alcance para pintar otro mar.
Conoce la obra completa, adquiere piezas o solicita información aquÃ:
