La poesía hondureña florece en tierras Vascas: Omar Cruz es galardonado en el Certamen Lekuona Fabrika
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Por Ilich Rivera Llanos (País Vasco, España)
En una danza de palabras que cruzan el Atlántico, la poesía hondureña ha tejido un nuevo lazo de gloria. El vate Omar Cruz, hijo pródigo de la tierra catracha, ha sido ungido con el prestigioso Premio del Certamen Internacional de Poesía Lekuona Fabrika, convocado por el Ayuntamiento de Errenteria Herri Bizia en el corazón palpitante del País Vasco, España.
Como un susurro de la brisa caribeña meciéndose entre los verdes valles vascos, la voz de Cruz ha resonado con una fuerza telúrica, conquistando el exigente paladar de los guardianes de la palabra. Su verso, cual río caudaloso que serpentea entre la memoria y el sueño, ha logrado trascender fronteras, demostrando la universalidad del sentimiento humano cuando se cincela con maestría poética.
La Lekuona Fabrika, crisol de letras donde convergen sensibilidades diversas, ha reconocido en la obra de Omar Cruz «Atila canta una balada de Manigoldo Lars mientras espera la llegada del amanecer» una autenticidad deslumbrante, una mirada profunda que hurga en las entrañas de la existencia con la delicadeza de un cirujano y la pasión incandescente de un enamorado. Sus poemas, no son solo concatenaciones de vocablos, sino ventanas abiertas a paisajes interiores, donde la alegría y la melancolía se abrazan en una danza eterna.
Este lauro no es solo un triunfo personal para el poeta hondureño, sino un faro que ilumina el panorama literario de su nación, un recordatorio de que en cada rincón del mundo florecen espíritus creativos capaces de alcanzar las cimas más altas del arte. La poesía de Omar Cruz, ahora investida con el sello de la Fabrika Lekuona, emprende un viaje aún más vasto, dispuesta a sembrar semillas de asombro y reflexión en cada lector que se aventure en sus versos.
Desde las entrañas de Honduras hasta la fértil tierra vasca, la palabra poética ha tendido un puente invisible, demostrando que la belleza del lenguaje no conoce de límites geográficos ni culturales. La premiación de Omar Cruz es, sin duda, una celebración para las letras hondureñas y un motivo de júbilo para todos aquellos que creen en el poder transformador de la poesía.
¡Que su voz siga resonando, fuerte y clara, en los confines del universo literario!
En el siguiente link podrán encontrar más información acerca del certamen:
Seleccionados los trabajos ganadores del II Concurso de Poesía Lekuona Fabrika.