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Las Focas del Bienestar

  • Foto del escritor: Alejandro Juárez Zepeda
    Alejandro Juárez Zepeda
  • 3 jul
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 5 jul



Por Alejandro Juárez Zepeda


¡Ah, la Cuarta Transformación! Esa epopeya donde la República se refundó a punta de “abrazos, no balazos”. Un proyecto tan democrático que, para perpetuarse, no dudó en cepillarse esas nimiedades llamadas instituciones democráticas, transparencia, rendición de cuentas y, ya enterados en gastos, hasta tu privacidad. ¿Espionaje? ¿Militarización? ¿Censura? ¡Qué va! Eso es puro chismorreo de los que no entienden “la puta vibra”. Si el país se cae a cachos y el autoritarismo nos mira de reojo, ¿qué importa? Tenemos un ejército de bots y youtubers en modo realidad alterna, pintando un multiverso donde todo es felicidad y arcoiris.



De crítico incisivo a foca aplaudidora: el patético caso de Poncho Gutiérrez


¿Se acuerdan del genio creativo detrás de El Deforma? Ese genio del humor negro que le sacaba jugo al absurdo peñanietista. Pues ese Poncho se nos fue. Ahora tenemos a una versión 4T que, con la delicadeza de un elefante y la gracia de un Tsuru blanco, se tira unas maromas épicas para defender lo indefendible. Su contenido, antes ingenioso, ahora es un festival de shitposting digno de estudio, un espejo de su lambisconería sin tapujos. Y claro, el vaciamiento de su espíritu crítico es directamente proporcional a los 19 millones de pesos que, dicen las malas lenguas, valió su dignidad. ¡Menudo ofertón por un alma!



El “mole” de Pedrero o cuando el ridículo es el nuevo bienestar


Y qué me dicen del inefable Manuel Pedrero. Este sujeto, que de periodista tiene lo que yo de bailarín de ballet, se prestó al juego más grotesco. Primero, haciendo campaña para el candidato del Ejército a la SCJN. Luego, la cereza del pastel: una campaña de desprestigio contra el ex Presidente Zedillo con unos casetes donde la esposa supuestamente hablaba ¡de la receta de un mole! Como si los narcos cifraran sus operaciones en el recetario de la abuela. Un esperpento de risa floja, pero ¿a quién le importa el decoro cuando los cheques del bienestar llegan puntuales? Eso sí, la receta completa del mole, ¡jamás la vimos!



El sucio negocio de la propaganda: bienestar para unos cuantos


Aquí es donde se pone bueno y empieza a ser relevante para la vida pública. Como bien dijo Raymundo Riva Palacio, estos youtuberos no nacieron por generación espontánea. Fueron inventados por Jesús Ramírez Cuevas, el ex vocero presidencial de AMLO y actual coordinador de asesores de Sheinbaum. ¿Su misión? Atacar a la prensa crítica y volverse los paleros más devotos de la 4T. ¿El pago? Un negocio paralelo donde, con la desvergüenza de un mercader, podían “plantar preguntas” (¡hasta por 150 mil pesos!) en la mañanera, “coyotear”, “anunciar productos”, “entregar cartas” y hasta “litigar como testaferros”.


Miren ustedes esta pregunta, por ejemplo:


“Presidenta, preguntarle por qué en este proceso de renovación del Poder Judicial de la Federación tan importante se vivió ya con mucha mayor claridad este… digamos este esquema o estas áreas importantes dentro del INE, que siguen capturadas por un grupo conservador. […]


“Preguntarle, Presidenta, si se tiene contemplada alguna reforma al INE para que en un futuro ya no esté capturado por estos intereses, que no vaya en contra de la democracia de México, pero, sobre todo, para que sea garantía de que el pueblo es el soberano y el pueblo es el que manda, y manda en las urnas…”.


Así que la propaganda nunca fue tan efectiva (y nauseabunda). Y, para colmo, ¡nunca fue tan lucrativa! No es de extrañar que ahora, cual enjambre de moscardones, otros “creadores de contenido” de medio pelo busquen también su tajada.


Aplaudir como focas del bienestar es la nueva estrategia para llevar a México a la dictadura. Eso sí, con porras, buena onda y el inconfundible aroma a dinero fácil.

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