Hay veces que mis recuerdos se vuelven reales.
Desconozco si en verdad pasaron de la forma como se almacenan en mi mente. O, si son un producto de mi imaginación, la realidad que me hubiera gustado sucediera.
Recuerdo todo, y no recuerdo por qué.
Algunas mañanas despierto con lágrimas, a mi subconsciente le gusta pensar en la ausencia.
Hay un momento en el día, en el que termino de recordarte.
Agoto tu sustancia y no tengo otra opción más que volver a crear historias. Por Andrés Furlong.