…y claro que, acertadamente, algún bohemio escribió en un momento de oscuridad y en las sombras proclamaba una fortaleza de otro lugar, no mágica ni mítica, una fortaleza invisible pero fulminante. La sensibilidad es una fuerza incontenible, viene acompañada de la posibilidad como un látigo, haciendo sonidos danzantes en las cabezas sensatas, golpes enérgicos a los escépticos; un ser sensible puede ver a través del alma, en su piel son solo recuerdos, pero en la mente atraviesa la realidad histórica de la carne, en un espacio donde convergen los deseos y las cavilaciones mecánicas, haciéndonos recordar que lo esencial es paradójico y esto puede enfermar, pero para los peces son corrientes diversas, un infinito mar de libertad.
Por Esteban Ramírez
IG: _tczech
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