En la película Juno (Jason Reitman, 2007) se nos presenta a Juno (Eliott Page), una adolescente de 16 años que después de su primera experiencia sexual, queda embarazada de su joven e inexperto amigo/novio, Paulie (Michael Cera). Después de un proceso de reflexión que le hace descartar completamente la opción del aborto, decide dar en adopción a su futuro bebé a una pareja "perfecta" de clase media alta. Los padres de Juno, presentados como dos viejos modernos, la apoyan en este viaje que cambiará la vida de todos los involucrados.
Fuera de la agradable comedia indie que es, Juno me pareció, ya con varios visionados detrás, una película con la que me costó trabajo conectar. Aunque la historia presenta conflictos para los personajes protagonistas, el filme se centra en cómo Juno llega a transformar y sacudir la vida de la "ejemplar" pareja adoptante.
Echando un vistazo atrás en el tiempo, podemos encontrar otra visión de estos mismos tópicos (juventud, sexualidad), presentados por la dupla de creadores Larry Clark-Harmony Korine en su primer trabajo titulado Kids, de 1995.
Kids inicia con una declaración de intenciones que incomoda desde el primer segundo. Un beso atascado en primer plano (y que dura prácticamente toda la escena introductoria) entre dos adolescentes semidesnudos, a los que no podemos dejar de ver como el mismo título de la película nos indica, como unos niños.
El resto del filme se divide en dos historias. La de Telly (el joven de la escena inicial) y su rutina en un día caluroso de verano, mismo que pretende concluir teniendo sexo con una joven de trece años en una fiesta. Y el arco de Jennie, quien durante la mañana del mismo día es informada que ha sido contagiada de VIH, siendo su única pareja sexual el mismo Telly.
El viaje de estos dos personajes nos sirve para apreciar la panorámica de su propio entorno (las amplias zonas empobrecidas de la Nueva York de mediados de los noventas) lleno de violencia, pobreza, drogas, homofobia, misoginia y violaciones. Problemáticas de muchos barrios olvidados, marginados y racializados a nivel mundial, en la época que sea.
A diferencia de Juno, Kids nos presenta a un grupo de jóvenes condenados por su origen, color de piel y falta de oportunidades. Una juventud invisible que también habita la ciudad de los rascacielos, el teatro, la cultura y Wall Street. Esos que a muchos hacen desviar la mirada porque los incomodan como la escena inicial.
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