top of page

La esquina

  • Foto del escritor: Yesenia Flota
    Yesenia Flota
  • 25 jun
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 28 jun



Por Yesenia Flota


Siempre hay alguien llorando 

A veces ese alguien soy yo


A la mitad de un silencio compartido

Mis pensamientos estallan, mis ojos también 

Entre miles de extraños, es imposible respirar 

Soy líquido fluyendo, amargo e indoloro.


Desconcierto en tu mirada

Niebla en la mía que se cubre de sal

Me has visto llorar muchas veces,

brindado consuelo en cada ocasión 

Hoy sin preámbulo, me miras confuso

Mis lágrimas no cesan

Mis sollozos no alcanzan a explicar 

Me ha engullido la verdad cruda

Guardo un pequeño duelo, 

uno para al que no hay solución.


Me conoces y aun así el misterio te embarga

Solo observas, como aquellos que se alejan

Atestiguas los alrededores inmutables

Ahí, nada otorga abasto a mi calamidad 


Quisiera gritar a este enorme rio de caras

Los secretos más profundos de mi alma

Como si mis gritos pudieran encontrar consuelo

como si mis penas fueran las únicas que existen.


Despropósito, se ha secado el río de palabras 

El solo pensarlo me transforma en nudo

Sentada aquí, en medio de un lugar

Lugar que no es refugio alguno

Lugar de miles de rostros desconocidos 

Pienso que no hay plano que esconda mi vergüenza 


¿A dónde se irían mis gritos?

El ruido interminable de la ciudad

Ahogaría mi voz, la haría suya 

Un murmullo entre el monstruo colectivo 

me volvería parte de sí mismo 


Me olvido de mi, trato de olvidarme

yo te he visto llorar, vivas y efímeras veces

Se las causas, la duración y su sabor

He atesorado cada lágrima, sollozo 

He aprendido a albergarte en mis brazos

A desafiarme, para ser recipiente y no más 


Como tú, ser como tú 


Expectación, abrir espacio, esperar paciente 

Aguardar en silencio con amor poco explorado


Reconocer 


Mis lágrimas no son ajenas, pero sabes

Hay certeza, la forma y color son diferentes 

Picos que cortan la oscuridad de mi ser

Mujer sensible, derramada, incontrolable 


La bruma de mi tristeza nos rodea

Existes a mi lado, entero, ojos abiertos 

Ignoras al mundo conmigo por un instante 


Así solemne, sin espanto, mi llanto calmas

Das paso a una paz prometida pero corta

Y entre miles de personas avanzando

Yo me aferro a mi vaso de agua

Para no morir deshidratada.





Kommentare


© 2023 Cámara rota. All Rights Reserved.

bottom of page