Por Aarón Tenorio
Un frío que cala los huesos.
Una densa neblina se cierne sobre los altos árboles.
Hojas secas cubren el piso y crujen con el paso de las personas.
A lo lejos se escucha el silbido del viento y el canto de las aves.
Una mujer deambula sobre las calles frías de la ciudad.
Rosadas eran las mejillas de aquel bello rostro.
Una ligera melancolía se ve reflejada en su mirada.
El viento gélido hace mover su cabello.
Ligeros rayos del sol invernal llegan a posarse sobre el rostro de aquella mujer.
Con pasos pausados se dirige hacia ese desolado parque.
Inmensa tranquilidad invade su cuerpo.
Aire límpido llena sus pulmones al cerrar los ojos.
Avalancha de memorias llegan a su mente de forma estrepitosa.
Mezcla de diferentes recuerdos oprimen su corazón.
Una ligera lágrima recorre su helado rostro.
Al abrir los ojos una sensación de alivio llega a su corazón.
El mundo sigue sin sufrir cambios
Mira hacia el sol invernal que es obstruido por las pesadas nubes.
Los limitados rayos del sol la inundan de un cálido abrazo.
Un abrazo que no ha sentido desde la partida de su ser amado.
Comments