Por Eli Adán Díaz
Los más recientes acontecimientos suscitados en territorio Palestino, ni son los primeros ni serán los últimos, a menos que el pueblo palestino sea libre. Lo iniciado desde el 7 de octubre del 2023 hasta hoy es una muestra clara de la deshumanización que nos invade. Constantemente, somos testigos de cómo se está llevando acabo un GENOCIDIO transmitido por todos los medios, mientras la indiferencia nos mantiene atados de brazos.
No ahondaré en el contexto histórico, ya que tenemos miles de personas hablando de eso (cada uno desde su posición ideológica). Lo que me importa es dejar claro que el movimiento Hamás, como consecuencia de los constantes abusos por parte del ente sionista, tiene derecho a RESISTIR.
Las formas de lucha son diversas, como diverso es el contexto de los peleadores de la resistencia.
Es un error pretender, desde la comodidad de nuestros hogares, condenar el actuar de sujetos que han estado oprimidos durante décadas, sin antes acudir a los hechos históricos para vislumbrar los actos que han motivado el actuar de los luchadores palestinos.
Desde el inicio de las actividades, cuando el 7 de octubre de este 2023 el grupo Hamás lanzó la llamada "Inundación de Al-Aqsa" en las redes, que hoy son el centro de atracción de las interacciones humanas, se pretendía englobar la opinión de que la resistencia nacida en Palestina era un grupo de bárbaros.
Se compartió información falsa por todos los medios, en la mayoría ligados al grupo de poder sionista, para crear la idea de que se estaba frente a un grupo de "bestias humanas", como no se han cansado de llamar a los combatientes las autoridades sionistas.
Sin dejar ejercitar la memoria o al cerebro, se alentaba a los observadores del conflicto a condenar a Hamás utilizando la pregunta: ¿pero condenas lo hecho por Hamás? Anteponiendo la condena a Hamás al posterior juicio tomado por los observadores. Hasta la fecha, en todos los medios se utiliza la condena a Hamas para protegerse del flamígero dedo sionista que señala de "antisemita" a cualquiera que se atreva criticar su actuar colonialista contra el pueblo palestino.
Lo que en realidad se buscaba era crear la idea de que Hamás sería el culpable de lo que en los días posteriores le ha venido ocurriendo al pueblo palestino, no solo en Gaza, sino también en la Cisjordania ocupada por el ente colonizador.
La operación "Inundación de Al-aqsa" no significa el inicio de un conflicto, sino la continua resistencia del pueblo palestino ante su colonizador. Por ende, no se puede condenar a Hamás si antes no se observan las condiciones en las cuales se tiene sometido al pueblo palestino en su propia tierra. El régimen de Apartheid que el falso Estado israelí le ha impuesto a la población árabe es lo que deberíamos estar condenando y no las formas de defensa. Deberíamos estar condenando las miles de muertes de civiles, no de hoy, no del 7 de octubre. Los miles de muertos han transcurrido desde el día 1 en que se le dio poder al ente colonizador sionista.